jueves, 28 de marzo de 2013

Barcelona en democracia

El actual régimen de monarquía parlamentaria vigente en España ha alcanzado los treinta y seis años de existencia. A lo largo de este período de tiempo en Barcelona se han celebrado cuarenta y dos proecesos electorales de los cuales trenta y seis han sido elecciones y seis han sido referéndums. Por tanto queda claro que nuestra monarquía parlamentaria se erige como la más seria, prolongada y exitosa experiencia democrática que ha vivido España a lo largo de su historia desde 1812 fecha de la aprobación de nuestro primer texto constitucional.
 
Curiosamente pese a tan prolongada experiencia democrática que empieza a homologar a España como un país plenamente europeo aun no se ha realizado ningún estudio acerca de evolución electoral de Barcelona. Y sin embargo para una experiencia democrática mucho más breve como fue el régimen de la II Republica (1931-1936) de cinco años de duración y apenas nueve procesos electorales, ocho elecciones y un referéndum, existe un completisimo estudio sobre la evolución electoral tanto de Catalunya como en concreto de Barcelona elaborado por Mercedes Vilanova.
 
Ya va siendo hora de cubrir un clamoroso y escandaloso vacío. Barcelona es la capital de Catalunya, una gran ciudad de España, una gran ciudad de Europa y una capital de renombre universal. Una ciudad de cuyas manifestaciones cívicas y políticas los periódicos más prestigiosos del mundo se han hecho eco, no sólo a lo largo de nuestro convulso siglo XX sino también a lo largo del presente período democrático siendo el ejemplo más reciente la histórica manifestación de la pasada Diada objeto de análisis de la élite de la prensa mundial a lo largo de casi dos meses. Una ciudad de tal renombre, de tal categoría necesita una obra en la que aparezca definida no solo su evolución electoral general sino también y sobretodo su  naturaleza ideológica determinada a partir de la evolución electoral de sus distritos, barrios y grupos sociales.
 
Definir la naturaleza electoral de Barcelona significa conocer la esencia de la ciudad. No existe mejor forma de saber como es Barcelona que conocer el comportamiento electoral de sus ciudadanos. Así pues este estudio sobre el presente período democrático puede y debe culminar con la configuración de una gran base de datos que permitirá conocer al más mínimo detalle la naturaleza de Barcelona. Establecer y dominar esta base de datos significa poder, tomarle la medida a la ciudad, dominarla. Un periodista de un conocido diario barcelonés me dijo que sorprendentemente ningún partido ni ningun político ha mostrado el más mínimo interés por dominar la sociología electoral de Barcelona a su mas mínimo detalle. Solo de esta manera se pueden explicar percepciones infundadas que luefo conducen a rotundos fracasos electorales. Y es que afortunadamente para nosotros nuestros políticos actuales no destacan por presentar un evidente maquiavelismo que debería permitirles perpetuarse en el poder. La verdad es que no parece interesarles el poder sino las prebendas que se derivan del mismo, de un poder que luego no saben mantener porque no conocen a sus electores.

No solo es necesario realizar este estudio sino que además es más oportuno que nunca pues en Catalunya están empezando a registrarse las mismas tendencias políticas que empezaron a manifestarse en Israel y que se han extendido por toda Europa. Dichas tendencias se manifiestan en dos aspectos muy concretos: 1) La atomización política basada en la fragmentación del escenario político a base de muchos partidos con unos porcentajes de apoyo reducidos y 2) Aparición de nuevos fenómenos políticos sin estricta adscripciòn ideológica. Hace tiempo que Catalunya se viene deslizando hacia una tendencia clara de atomización de nuestro escenario político, tendencia que se ha visto accentuada por las repercusiones de la manifestación de la pasada Diada. Barcelona es uno de los lugares en los que dicha tendencia se manifiesta más claramente en lo que de cara al futuro se presenta como un escenario apasionante e inédito.

Por ultimo este estudio también resulta interesante para comprobar qué aspectos de experiencias democráticas pasadas han encontrado traslación en nuestra democracia actual y cuáles no. Dentro de este orden de coaas instrumentos estadísticos como el coeficiente de correlación serán de una utilidad absolutamente crucial para determinar estas hípótesis y otras que se vayan planteando a lo largo del estudio. Este blog tiene por objetivo explicar todas estas hipótesis.





 

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